martes, 15 de diciembre de 2015

Carlos Núñez, rey de la música celta

ENTREVISTA | CARLOS NÚÑEZ, músico


El artista Carlos Núñez
Paco de Lucía dijo que yo hacía 'arte mayor' con la gaita'

Pablo Rioja | León
—Dice que con su disco ‘Inter-celtic’ vuelve a sus raíces.
—En mi primer disco hice una especie de Arco Iris en el que, partiendo de la música tradicional, exploré las diversas conexiones que tenemos, entre ellas la celta. Otra vía fue cuando invité a músicos del flamenco para juntarlos con músicos celtas. Más tarde hicimos lo mismo con diferentes músicos de España y Latinoamérica. Lo que he hecho desde entonces es seguir esas rutas. Luego surgió otro disco más pop y otro de bandas sonoras. Y ahora con Inter-celtic lo que pretendo es ayudar a los norteamericanos a descubrir la música celta, porque sus únicos referentes les llegan a través de películas como Titanic o Braveheart.
—¿Y cuál ha sido la reacción al descubrir su trabajo?
—Han alucinado al darse cuenta de que al igual que ingleses, irlandeses y escoceses llevaron tantos estilos a Estados Unidos, lo mismo ha ocurrido desde España a Latinoamérica. Los españoles llevaron la música celta hace siglos allí.
—¿Cuánto le deben la gaita y la flauta a Carlos Núñez?
—Yo diría: ¿cuánto le debe Carlos Núñez a esas dos musas? Son mis dos amores. Cuando tocas instrumentos que tienen tanta historia detrás sientes algo muy poderoso y profundo. La gaita tiene más de mil años y los propios británicos reconocen que es un instrumento que les llegó desde España y no al revés, como piensa la mayoría.
—Le han apodado ‘el nuevo rey de los celtas’ por la nueva dimensión que le ha dado a este género musical, ¿cómo se define usted?
—Está claro que hay una nueva dimensión, pero lo fascinante es saber que este género viene de muy atrás. Ya desde hace 300 años se habla de música celta, sin embargo de música clásica se habla desde hace 150 años. Ha sido nuestro lenguaje común con muchos países del atlántico. De lo que más orgulloso estoy es de que después de 20 años de carrera musical he abierto muchos mercados internacionales. También he quedado cansado de ese oportunismo que hubo con el boom de la música celta en los 90, no todo lo que salía era muy bueno.
—¿Y tiene sucesor?
—Sí, hay una gran generación de chicos y chicas que rondan los 20 años con mucho futuro. Son gente que estudia, viaja y aprecia las tradiciones. Al igual que la cocina española supone un valor internacional, también nuestras músicas tradicionales son un tesoro. Me encantaría darle una oportunidad a esa cantera -cual flautista de Hamelín- igual que hicieron conmigo. Eso lanzó mi carrera, poder tocar con los mejores maestros.

lunes, 7 de diciembre de 2015

El Sherlock Holmes español

ENTREVISTA | FRANCISCO PÉREZ ABELLÁN, criminólogo

Dicen que es el Sherlock Holmes español. Y es que este criminólogo lleva 40 años profundizando en los asesinatos más sonados del país —sin pipa ni Watson— pero con la tenacidad del mejor sabueso.

Francisco Pérez Abellán. Fuente de la imagen www.cuatro.es
"Los crímenes en España se investigan como cuando se mataba con lanza"
Pablo Rioja | León
—No hay muchos ejemplares que recojan con tanto rigor los crímenes ocurridos en España como lo ha hecho Javier Tomé con los de León.
—Así es. Por eso es tan importante hacer una crónica del crimen en León como la que ha hecho él. Ha conseguido crear un libro excelente, con mucha prosa y tino. Y el editor —Joaquín Alegre— ha dado a luz una joya que merece la pena conservarse. Es fácil de leer, pero al mismo tiempo hace un retrato de cómo ha evolucionado León a través de la parte más oscura de las personas.
—Dice Tomé que la maldad va por barrios, pero parece que León le gusta especialmente...
—Es lógico. Hay un error en la historia de España; cuando ocurre un crimen famoso esa localidad —en este caso León— tiende a sentirse dañada o disminuida y esto es una aberración porque toda clase de comportamiento extremo puede darse en cualquier país o territorio. León es una ciudad viva, que hace muchas cosas, tiene una potencia creativa enorme, no hay más que ver a la gente de León que triunfa en toda España y por lo tanto se dan otro tipo de personas que no actúan con corrección.
—El caso más reciente que recoge el libro es el de la ex presidenta de la Diputación, Isabel Carrasco, asesinada en 2014. ¿Qué opinión le merece?
—Es un caso absolutamente único para mí. Hablamos de una mujer —Montserrat— que a plena luz del día, con una pistola, dispara a otra, convencida de que va a haber impunidad. Estaba disfrazada pero de una forma simple. A ello se suma una heroicidad de un hombre que sigue a la asesina y ayuda a desenmascararla. El caso de Isabel Carrasco es un ejemplo de cómo hay que investigar un crimen hasta el final y no sólo castigarlo jurídica o policialmente, sino llegar hasta el fondo y saber qué hay detrás. Pero de momento sólo se ha revelado parte de la trama.
—¿Y cuál es esa otra parte?
—Pues la política. Todo el mundo ha querido dar la idea de que Isabel Carrasco fue asesinada por un asunto particular y personal; y no es así. El principal motivo por el que fue asesinada es porque era la parte más relevante de la política en León. Una señora absolutamente poderosa que había creado una serie de enemigos y resentimientos enormes en la ciudad, como todo personaje que triunfa. Aunque también sus más allegados dicen que en las distancias cortas era muy divertida. Fernando Jáuregui, que comió con ella el día de su muerte, me relató que en la comida todo eran buenos augurios. Es curioso comprobar que en este caso se produjo un gran fallo de seguridad. Sé que Isabel Carrasco estaba preocupada por su seguridad. Le habían llegado avisos muy serios con amenazas de muerte.
—¿Está diciendo que Montserrat y Triana sólo son la cara visible de una gran trama para asesinar a Isabel Carrasco?
—Yo estoy completamente convencido de que Montserrat y Triana no han podido asesinar ellas solas a Isabel Carrasco. Por ejemplo, ¿de dónde sacaron la enorme cantidad de munición que tenían acumulada? Y Montserrat, que ha confesado que disparó, tenía un entrenamiento previo para llevar a cabo estos disparos certeros sin que le temblara la mano. Esto no se puede improvisar, yo diría que es un crimen profesional. Insisto en que en 40 años no he visto nada igual. Ha sido asesinada no una mujer corriente, sino una política de primera línea que debería haber sido protegida por su partido, por las autoridades, guardas jurados, etc.