martes, 31 de enero de 2017

Ruta de la Música: De Chicago a Nueva Orleans (I)

EL MUNDO EN DOS PINCELADAS

Vista panorámica de la ciudad desde el lago Michigan.

Pedro Tapia | León

La Highway 61 es la hermana pequeña de la Ruta 66. Esta ruta se adentra en las entrañas de Estados Unidos, en sus historias, sus gentes y por supuesto en su música. Aquí nos encontramos con las raíces del blues, del jazz, del soul y del rock. Desde Chicago a Nueva Orleans siguiendo el curso del río Mississipi.

CHICAGO

En el estado de Illinois, llamado también Estado de las Praderas o Tierra de Lincoln. A Chicago se la conoce como la Windy City o Ciudad del Viento. Es la ciudad preferida de Barak Obama. Es una urbe sorprendente en todos sus aspectos y también por sus historias de gánsteres, de la ley seca, de los musicales...

Complejo de edificios Marina City a orillas del río Chicago. Los más característicos son estas dos torres gemelas de 65 pisos situadas en State Street por su parecido a dos mazorcas de maíz. Los 19 primeros pisos son aparcamientos de coches visibles incluso a pie de calle.

Edificio Trump, rascacielos de uso hotelero y residencial en el centro de Chicago.
Centro de la ciudad con el río Chicago y uno de los numerosos puentes que lo atraviesan.
Interior del Gree Mill. Mítico club donde Alcapone se reunía con sus secuaces. Increíble que aún siga en pie.

Cloud Gate o puerta de la nube. Coloquialmente se le apoda the bean (la alubia) por su forma. El material de su construcción son placas de acero inoxidable. El autor se inspiró en una gota de mercurio para su diseño. Su ubicación se halla en el Millenium Park, una extensión urbana de 10 hectáreas con fines artísticos y recreativos. Aquí se encuentra el Auditorio Pritzker Pavillon donde anualmente, a primeros de septiembre, se celebra el Festival de Jazz.

PONTIAC

Pueblo con encanto de Illinois. Todas las paredes de esta localidad están llenas de enormes murales de colores. Este es uno de los más famosos y antiguos. Símbolo inequívoco de que nos encontramos en el camino de la Ruta 66.





ARTHUR ARCOLA
Pueblo de poco más de tres mil habitantes. Es uno de los asentamientos Amish que hay en Estados Unidos. Una comunidad que mantiene ritos, costumbres y tradiciones intactas desde hace más de 500 años. Todo ello a un paso de Chicago, una de las ciudades más modernas del mundo.


SAN LUIS
Es la ciudad más grande del estado de Missouri. Es conocida como la “Ciudad del Béisbol”. Aquí han nacido Chuck Berry, cantautor y guitarrista de rock and roll, Jack Dorsey, creador de la red social Twitter y T.S Eliot, premio Nobel de Literatura, entre otros.
En la foto el arco Gateway o Puerta hacia el Oeste, se encuentra en la orilla oeste del río Mississipi donde se fundó esta ciudad. Tiene 192 metros de altura y es el arco monumental más grande del mundo. Es una elegante estructura de hormigón recubierta de acero inoxidable que se eleva sobre el horizonte de la ciudad, diseñado en forma de arco catenario. Es un proyecto en honor a los primeros colonos del Oeste. De aquí partían para su conquista.



Es en San Luis donde el río Missouri se une al Mississipi para seguir su curso.

Fotos y textos: Pedro Tapia Arteaga


QUIZÁ TAMBIÉN TE INTERESE



lunes, 23 de enero de 2017

Que no te cuenten un cuento...

Diego Blanco, autor de Un camino inesperado. Fuente de la imagen Diócesis de Málaga

Pablo Rioja | León

Hoy, por aquello de empezar bien la semana, voy a meterme en uno de esos jardines que justifican el nombre de este blog. Porque solo nadando contracorriente se alcanzan los verdaderos puertos. Y es que ayer tuve la fortuna de asistir a la charla de Diego Blanco, autor de Un camino inesperado.

En paro y con nueve hijos, este zaragozano se lanzó a la aventura de escribir un libro desgranando las claves religiosas que esconde El Señor de los anillos. Sí, así es amigos, una de las obras más famosas de la literatura fantástica es en realidad toda una catequesis cristiana que, como el mejor de los secretos, se guarda a la vista de todos sin que casi nadie repare en él.

Sin ánimo de hacer spoilers al profundo trabajo de investigación que ha hecho el autor de esta pequeña joya, sí diré que no existe un solo pasaje del clásico de Tolkien que no tenga su paralelismo cristiano. Y no se trata de buscarle tres pies al gato. Que la aventura de Frodo y sus compañeros de viaje comience un 25 de diciembre y acabe un 25 de marzo, que haya una Comunidad del Anillo forjada tras un concilio o que el primer señor oscuro del universo Tolkien (Melkor) sea el hijo de un Dios/creador que se rebeló, fue encadenado y causó la desolación de muchos habitantes de la Tierra no son meras casualidades.

Pero más allá del libro, cuya lectura recomiendo se haya leído o no El Señor de los Anillos, la conferencia de Blanco resultó de lo más interesante. Una mezcla de experiencia personal, claves de la parábola de Tolkien y un repaso a los cuentos clásicos y actuales que no tiene desperdicio.

Precisamente esa parte de los cuentos es la que hoy quiero tratar. Según recuerda Diego, todo cuento clásico tiene su origen en los mitos y leyendas ancestrales y, lejos de ser meras historias, presentan una base real. Todos tienen su mensaje, todos cuentan con sus buenos y malos de turno y todos, sin excepción, estaban destinados a explicarle a los niños la cruda realidad que les rodea con el lenguaje de las fábulas.

El cuento de Caperucita, por ejemplo, no es más que una advertencia de por dónde no se debe ir a determinadas horas si no quieres meterte en problemas. Simple sí, pero efectivo. Con un villano (el lobo) que simboliza la maldad. Y así se transmitió a cientos de generaciones. El problema, como bien advierte Diego Blanco, es que ahora la sociedad le ha dado la vuelta a los cuentos. "Hoy los villanos son los protagonistas", decía. Quizá ese matiz parezca una vuelta de tuerca en busca de originalidad, pero como en El Señor de los Anillos, nada es casual.

Crepúsculo, la historia de un vampiro que toda madre querría como novio para su hija. Curioso, porque los vampiros rehuyen la cruz como alma que lleva el diablo. Y la Cruz es el soporte básico de cualquier cristiano. Son hijos de la noche, de las tinieblas, se alimentan de sangre y buscan convertirte en uno de ellos. En esta novela de adolescentes, sin embargo, son héroes incomprendidos.

Frozen, uno de los últimos grandes éxitos de Disney. Su mensaje oculto no es otro que cualquier niño puede elegir su identidad sexual. La protagonista sale del armario literalmente y ya existe una campaña en las redes sociales para que tenga novia en la segunda parte. Lejos de mí la intención de juzgar a ningún colectivo, faltaría más. Solo Dios es juez, el resto no estamos ninguno como para tirar la primera piedra. Pero el mensaje de la película ahí queda. Y así otros tantos cuentos.

Quizá para el mundo esto es hoy lo normal. Para los cristianos, en cambio, no debería pasar inadvertido. Aunque conlleve nadar contracorriente.

pABLO rIOJA (23/1/2017)  

martes, 17 de enero de 2017

Apocalipsis (III), ¿de qué trabajaremos en el futuro?


Pablo Rioja | León

Es una estupidez, lo sé, pero últimamente siempre que paso por un peaje me entra una especie de angustia que no puedo controlar. Enseguida me asalta la misma pregunta. ¿De qué trabajaremos los seres humanos en un futuro?

Lo del peaje, aunque tonto, es un claro ejemplo de cómo las máquinas están sustituyendo a los seres humanos a pasos agigantados. Que sí, llámame antiguo, pero te pones a pensar en la cantidad de puestos de trabajo que pronto serán historia y la cosa empieza a dar vértigo. Si hasta ya hay máquinas capaces de redactar perfectamente notas de prensa.

Hoy somos 7.000 millones de personas tratando de sobrevivir en un planeta Tierra cuyos recursos naturales comienzan a escasear. Y dicen los expertos que en 2050, como muy tarde, alcanzaremos la cifra de 10.000 millones. Imagino que igual que los antiguos constructores de coches de caballos vivieron su particular Apocalipsis con la llegada de los automóviles, muchos de nosotros tendremos que renovarnos o morir. Haciendo un ejercicio de imaginación simple voy a escribir algunas de las profesiones que quizá en menos de diez años ya sean simples leyendas.

La llegada de los coches autónomos cambiará radicalmente el sector de los transportes. No harán falta profesionales para transportar ni a personas ni mercancías. Adiós a los taxistas, chóferes, camioneros, carteros y repartidores en general. Y puestos a imaginar, lo siguiente en llegar serán aviones, barcos, trenes... autónomos. Adiós también a pilotos, capitanes de barco y maquinistas.

Compras online. Es alucinante cómo este sector está multiplicando sus beneficios año tras año. Amazon es la punta del iceberg de una revolución que pronto amenazará a cualquier negocio físico. Todos nuestros pedidos llegarán vía aérea gracias a los drones o a robots que hasta te los colocarán en sus debidos estantes de la casa. Pronto nadie irá al supermercado, ni a tiendas de moda, calzado, complementos, muebles... El concepto de dependiente de una tienda pasará a mejor vida. La mayoría de locales quedarán vacíos y por cierto, nadie pagará ya ningún tipo de alquiler por ellos. Las agencias de viajes o el 90% de los trabajadores de un aeropuerto serán prescindibles antes de una década. Aerolíneas como Ryanair ya han mostrado el camino.

Empleados de call center y telefonistas. Ya están siendo sustituidos por plataformas electrónicas con reconocimiento de voz. Asimismo, los oficinistas, secretarios y archivistas serán desplazados por la nube y los teléfonos inteligentes.

Bancos. Ni que decir que bancos online como ING han cambiado ya este modelo de negocio. Pronto no habrá ni una entidad física. Todo se hará vía Internet. Adiós al 90% de profesionales de este sector.

Impresoras 3D. Ya están entre nosotros aunque todavía no a gran escala. En menos de diez años todos tendremos una en casa como en su día tuvimos una impresora de papel. Fabricarán cualquier cosa que puedas imaginar. Adiós a todo lo relacionado con la artesanía (serán productos muy caros y fácilmente imitables con esta tecnología). Y adiós también a decenas de fábricas relacionadas con el moldeo de plásticos y metales.

Producción en cadena. Ya es una realidad, pero toda empresa que produzca en cadena sustituirá casi al 100% de sus empleados por máquinas.

Educación. Esto parece de lo más utópico pero nada más lejos de la realidad. Pronto los maestros/profesores como hoy los conocemos no existirán. Todo se aprenderá vía online, con profesores virtuales y lo más importante, particulares, adaptados al ritmo de aprendizaje de cada alumno.

Obviamente esta revolución no supondrá el fin del mundo como tal, pero sí la pérdida de millones de puestos de trabajo que hoy son comunes. Las nuevas generaciones nacerán adaptadas pero, ¿qué hacemos con las de ahora? ¿Dónde se recolocarán? ¿Qué haremos con tanto tiempo libre? ¿Quién pagará nuestras nóminas por no trabajar? ¿Cómo sustentaremos los servicios públicos? ¿Y las pensiones? ¿Cómo nos sentiremos realizados sin trabajo?

Puede que esto te suene a muy lejano o quizá que te identifiques con ese trabajador del peaje que han prejubilado o despedido porque ya no era necesario.

pABLO rIOJA (17/1/2017)

QUIZÁ TAMBIÉN TE INTERESE

España, leyenda del fútbol mundial

Apocalipsis (II), revolución tecnológica

Zinedine Zidane, un símbolo vivo del Real Madrid

lunes, 16 de enero de 2017

Un señor llamado Zinedine


Pablo Rioja | León

Zinedine es de esos tipos que se casan con tu hija y acaban consiguiendo que la suegra sea propuesta como embajadora de la paz de Naciones Unidas. Tiene estrella, flor, jardín botánico y hasta ático privado con vistas al Paraíso. Es un tío capaz de convertir la mayor bomba de destrucción masiva en el gol del siglo de la Copa de Europa. Zinedine lo mismo te fríe un botón que te cose un huevo.

Porque Zinedine cada problema lo convierte en una solución, cada ataque periodístico en una convivencia de domingo con las Hermanas de la Caridad, cada mal gesto lo devuelve con una sonrisa.

A Zinedine le da igual Juana que su hermana en lo que a rivales se refiere. Hasta ayer iban 40 partidos seguidos sin perder, una Copa de Europa, una Supercopa de Europa y un Mundial de Clubes en un año. Y lo que te rondaré morena. Porque Zinedine es de esos tipos que van a un mitin de Podemos y consiguen que Íñigo Errejón y Pablo Iglesias se declaren amor eterno.

Y es que Zinedine llegó al Madrid como Una nueva esperanza y se ha convertido en el Resurgir de la Fuerza. Estoy seguro de que si Zinedine hubiese entrenado a Secretario, el portugués tendría hoy una sala de trofeos propia en el Tour del Bernabéu.

"Zinedine jamás había entrenado a un grande" decían los iluminados para criticarle. Eso es, y ni falta que le ha hecho. Como tampoco lo hizo Vicente del Bosque y ahí están sus dos Champions y sus dos ligas. A lo tonto, el francés ha conseguido que hasta Mariano se sienta importante. Todos juegan. Todos rinden. Todos a una. Llámalo potra o minuto 93, que sí, lo que tú quieras. Que entiendo la pataleta.

Hace poco más de un año el Madrid era una bomba de relojería a punto de estallarle a Florentino en la cabeza. Hoy es el Macondo al que hasta el mismísimo Sabina desearía regresar. Porque Zinedine llegó, vio y venció. Por eso muchos son los llamados y pocos los elegidos. Por eso Zinedine, a los tontos por ciento ni una palabra. Por eso el lado oscuro está que arde. Porque Zinedine tiene estrella, flor, jardín botánico y hasta ático privado con vistas al Paraíso. Y lo que te rondaré morena.

pABLO rIOJA (15/1/2017)

QUIZÁ TAMBIÉN TE INTERESE

Suben los 'tontos por ciento'

Secretos de Australia

El leonés que dio la vuelta al mundo

jueves, 12 de enero de 2017

Apocalipsis (II), revolución tecnológica


Pablo Rioja | León

He tenido la suerte de nacer en los 80, una generación aún ingenua en cuanto a la avalancha tecnológica que se nos venía encima, que sin embargo todavía tuvo la suerte de empaparse de tradiciones tan tontas y sublimes como cambiar cromos, meterse cada fin de semana en un Cajón desastre o vagar de casa en casa -quemando porteros- para preguntarle a la madre de turno si su hijo podía bajar a jugar.

Nadie, salvo los cuatro frikis con gafas que cada niño tuvo en su clase alguna vez, podía intuir que el Messenger, los chats, una cosa llamada Internet o los teléfonos móviles iban a transformar para siempre nuestra segunda década de vida sin posibilidad de retorno. Una especie de revolución industrial del entretenimiento que hoy sigue su devorador curso sin que ya resulte fácil recordar a ciencia cierta cuándo se coló en nuestro cerebro con premeditación y alevosía. Por cierto, los cuatro frikis con gafas son hoy ingenieros de éxito en alguna gran multinacional.

Hace pocos días leí un artículo muy interesante sobre cómo esta revolución tecnológica no ha sido capaz de generar los puestos de trabajo suficientes ni dar el empuje esperado a la economía mundial que algunos predecían. Lo comparaba con la Revolución Industrial que cambió para siempre el curso de los siglos XVIII, XIX y XX. Ésta última no sólo se inventó un mundo imposible de aventurar, sino que creó riqueza, puestos de trabajo y mucho bienestar a una sociedad ávida de cambios. Sí, es cierto, la revolución tecnológica y las telecomunicaciones han abierto las puertas a toda clase de conocimientos, han derribado fronteras, nos han conectado con medio mundo e incluso nos ha mostrado todo aquello que jamás podríamos imaginar. Pero al mismo tiempo han cortado el cordón umbilical que nos mantenía unidos a una realidad mucho más palpable, no sustentada en la Nube.

No se trata de demonizar la tecnología, ni muchos menos de ser 'poseídos' por una especie de espíritu Amish. Simplemente, al echar la vista atrás agradezco haber formado parte de una de las últimas generaciones que vivió en un mundo virgen de tanto aparato tecnológico. Siento que muchos de ellos han contribuido a la involución de las relaciones humanas. Y eso no deja de ser una forma de atisbar el fin de una época. Una especie de Apocalipsis.

pABLO rIOJA (12/1/2017)

QUIZÁ TAMBIÉN TE INTERESE:

El periodismo deportivo en España, cada vez más mediocre

La piel de la naranja

Tierra de María, un film diferente e interesante


miércoles, 11 de enero de 2017

El precio de la apostasía


Pablo Rioja | León

Que la Europa actual ha vomitado el cristianismo cual perro que se sacude una garrapata resulta cada vez más obvio incluso para esas élites que gustan de acuñar el término 'liberales' cuando en el fondo quieren decir 'acomplejadas'. Hoy la Iglesia Católica del viejo continente vaga sin rumbo fijo hacia un horizonte que se antoja, cuanto menos, preocupante. Los síntomas son muchos y variados, pero todos emanan de la misma fuente; la apostasía.

Esta misma semana el INE arrojaba otro dato inquietante. En el primer semestre de 2016 se celebraron en España 68.568 bodas, de las cuales sólo el 22% fueron eclesiásticas, el mínimo histórico. "Atrás quedaron los años 2000, cuando el 75% de las bodas en España se consumaban en un altar", señala en su artículo la periodista de El País Antonia Laborde. 

No es fácil aventurar el futuro a medio plazo que le espera a la Iglesia porque incluso en épocas mucho más atroces supo renacer de sus cenizas auspiciada por el Espíritu Santo. Lo que está claro es que cada vez se cumple más la 'profecía' hecha por el papa Benedicto XVI y que recoge el periodista Peter Seewald en su libro 'Dios y el mundo'. Sin caer en pesimismos, el que por aquel entonces era todavía cardenal Ratzinger profetizó que la Iglesia del futuro “se reducirá en sus dimensiones, hará falta recomenzar de nuevo. Pero de esta prueba saldrá una Iglesia que habrá sacado una gran fuerza del proceso de simplificación que habrá atravesado, de la renovada capacidad para mirar dentro de sí misma. ¿Cuál es la perspectiva que nos espera en Europa? Para empezar, la Iglesia se reducirá numéricamente”.  

En España, el número de fieles que visitan las iglesias es cada año menor y de edad más avanzada. Lo mismo que las vocaciones sacerdotales que, en algunas diócesis, maquillan sus números gracias a la avalancha de seminaristas llegados desde América del Sur. De nuevo Benedicto saca lo positivo de unos datos desoladores. "La Iglesia de masa puede ser algo muy bonito, pero no es necesariamente la única modalidad. La Iglesia de los primeros tres siglos era pequeña, sin por esto ser una comunidad sectaria. Por el contrario, no estaba cerrada en sí misma, sino que sentía una gran responsabilidad respecto a los pobres, los enfermos, respecto a todos", recuerda. 

Según Ratzinger, al proceso de reducción numérica de fieles se le puede hacer frente explorando nuevas formas de apertura exterior. Algo que por cierto ya ha intentado poner en valor el papa Francisco al advertir que la Iglesia no debe esperar que la gente venga a ella sino que es ella quien debe ir en busca de la gente. 

Algo tan obvio como que la Iglesia ha de abrir sus brazos a todo el mundo choca muchas veces con la dejadez que los propios católicos tenemos. No se trata de levantarse en armas ante los cada vez más directos ataques políticos y religiosos, pero sí de dar la cara por Jesucristo sin complejos, aún a riesgo de que nos la partan. 

Pero quizá esa purga de fieles que se avecina sea necesaria para purificar una Iglesia que se equivocaría al culpar de todos sus males al prójimo sin reparar antes en la viga que limita su visión. Mejor pocos siendo luz, pero convencidos de ello. 

Guste o no, Europa se sustenta en sus raíces cristianas. Sus valores universales han marcado a generaciones e incluso a otros continentes. Pero el precio de apostatar es muy alto. "No podemos aceptar tranquilamente que el resto de la humanidad vuelva a precipitarse en el paganismo, debemos encontrar el camino para llevar el Evangelio también a los no creyentes. La Iglesia debe recurrir a toda su creatividad para hacer que no se apague la fuerza viva del Evangelio", insiste Benedicto XVI.

El papa emérito concluye su particular visión sobre el futuro de la Iglesia subrayando que "es importante volver a proponer en sus componente fundamentales las grandes constantes de fondo, los interrogantes sobre Dios, la salvación, la esperanza, la vida, sobre todo lo que éticamente tiene un valor básico". 

pABLO rIOJA (11/1/2017)

martes, 10 de enero de 2017

Los piques de Piqué, síntoma de que el Barça se descompone

Gerard Piqué
Pablo Rioja | León

Vistas las últimas idioteces salidas de la cabeza de Gerard Piqué, a uno le da por pensar que el nuevo proceso de descomposición del Fútbol Club Barcelona está a punto de alcanzar su punto máximo de ebullición. Y digo el nuevo proceso porque en este gran club es costumbre tirar al traste todo lo logrado en cuestión de horas en cuanto la cosa deportiva no es capaz de tapar sus propias vergüenzas, que por cierto son muchas.

Las acusaciones del central/presidente/político catalán al estamento arbitral son cuanto menos llamativas cuando hace sólo unos años presumía de que el Barça "no habla de los árbitros". Claro, aquello fue tras conquistar una polémica Liga donde hubo voces desde otros sitios criticando lo mismo que ahora hace él. Pero en el Barcelona es norma presumir de unos principios que pueden cambiarse según convenga al más puro estilo Groucho Marx.

Lo de Piqué es simple y llanamente la soberbia del que se sabe eterno segundón (incluso viviendo su época más dorada) y una mezcla de pataleta de niño pequeño con pizca de complejo y adoctrinamiento rancio. Que los árbitros se equivocan e incluso que son muy malos hasta te lo compro Piqué, pero que van en contra del Barça en una campaña orquestada desde Madrid no se lo cree ni el más tonto de los políticos que gritan ¡Independencia! en el palco del Nou Camp cada vez que los patrones lo ordenan desde el sillón de su casa.

Es costumbre, como decía, que el 'Mes que un club' active el botón rojo de la descomposición cuando ya ni su máxima estrella puede achicar el agua con sus siempre salvadores goles. No me meto ya en los chanchullos judiciales que asolan a directivos, presidentes, jugadores... etc, etc.. porque mi ordenador se quedaría sin tinta. Pero me hace gracia cómo presumían de cantera, de 'valorsssss', de no gastarse cantidades indecentes de dinero en fichajes... dibujando un Real Madrid demoniaco y digno de ejecución en la plaza pública. Es verdad amigos, sólo hay que ver la plantilla actual del Barcelona. Todo canteranos, todo fichajes de 5 millones de euros. Ese es el problema de escupir idioteces cual boomerang descontrolado, que luego regresan como alma que lleva el diablo para darte en toda la boca.

Lo que no explica Piqué ante los medios es la razón por la cual su equipo es incapaz de sacar adelante la mayor parte de partidos de esta Liga, ni por qué su entrenador vive en un eterno 'avinagramiento'. Piqué es más de encender el ventilador para que la mierda se esparza y así, aunque su club quede en ridículo, el olor se note menos. Pues lo siento Gerard, el hedor se antoja ya insoportable.

La última acción que retrata lo que es el Barça en la actualidad fue el plantón de ayer a los premios The Best. Sólo Iniesta se atrevió al menos a dar la cara y pedir perdón ante semejante desfachatez. ¡Ay Andrés, cuánta bilis habrás tenido que tragar por tu infortunio de caer en semejante club de adoctrinamiento!

Aquí lo mejor es no hablar mucho. Porque Gerard, a ti te vemos por cómo juegas al fútbol, pero créeme que al 90% nos importa muy poco que hayas aprendido a decir la 'P' con la 'A' 'PA'. Que tienes tu mérito eh, no digo yo que no.

Rezo para que el Barça gane algún título este año, aunque sea la copa Cataluña, porque si no el incendio puede arrasar 'ese país' al norte de España que diría Guardiola, experto en historia. ¡Que tiemble el process!

pABLO rIOJA

QUIZÁ TAMBIÉN TE INTERESE:

Zinedine Zidane, una nueva esperanza

Raúl González, una estrella hoy y siempre

Curiosidades de Star Wars

lunes, 9 de enero de 2017

Apocalipsis (I), una intervención divina


Pablo Rioja | León

Me interesa el tema del Apocalipsis bíblico. Lo cierto es que siempre me ha llamado poderosamente la atención cómo un libro puede contener tantos mensajes, profecías, enigmas y revelaciones inspiradas por Dios. Toda una descripción cristiana y católica de cómo serán los últimos tiempos antes de la segunda venida de Jesucristo.

Mucho se ha especulado a lo largo de la historia sobre cuándo tendrá lugar el Apocalipsis, pero por más que el hombre se empeñe en aventurarlo sólo Dios sabe el día y la hora. Hace apenas unos días escuchaba vía Youtube una conferencia del padre José Antonio Fortea (sacerdote católico y teólogo especializado en demonología) sobre este tema tan confuso y apasionante a partes iguales.

Me impactaron dos cosas de su particular visión. Insistía en que nadie puede dar una fecha exacta porque sólo Dios lo sabe, pero sí dejaba claro que, desde su experiencia y en su opinión, a lo largo de la historia Dios ha tenido que intervenir de forma extraordinaria en el mundo varias veces. Para el padre Fortea "no pasará esta generación sin que Dios intervenga de forma extraordinaria". Es más, el autor de Summa Daemoniaca se atreve a poner una fecha límite: "No más de 20 años".

Considera este sacerdote nacido en Barbastro que "la copa del pecado ya rebosa" en una generación donde se cometen crímenes atroces, donde el aborto es ya el mayor genocidio, donde la sociedad "en general" ha apostatado y dejado a Dios en el olvido. Son muchos los expertos de todas las ramas que aseguran que el problema real de Europa no es económico, ni político, ni cultural, sino que viene del rechazo profundo que los gobiernos y ciudadanos han hecho de sus raíces cristianas. La propia Ángela Merkel apoya esta tesis.

No dice Fortea que el fin de los tiempos esté cerca, él se limita a hablar de una intervención divina extraordinaria. Considera que Dios creó al hombre para que fuese feliz y que siempre da tiempo para la conversión, para retornar al camino de la Verdad. Pero que, como hizo con el Diluvio Universal, cuando ya no hay otro remedio, termina por intervenir de esa forma extraordinaria. De nuevo Fortea aclara que no sabe cómo será esa actuación. Sólo ofrece su visión en base a su experiencia y al devenir de los acontecimientos.

La segunda cosa que me llamó la atención de su charla fue su particular visión de cómo los cristianos seremos perseguidos en un futuro cercano. Los poderes políticos crearán cada vez más leyes aparentemente 'correctas' de cara a la sociedad que chocarán frontalmente con el catolicismo. "Seremos multados y en algunas ocasiones castigados por salirnos de su normalidad", asegura.


Os dejo el vídeo por si queréis escuchar la conferencia íntegra. No tiene desperdicio. 

pABLO rIOJA (9/1/2017)

QUIZÁ TAMBIÉN TE INTERESE:

Las cinco puertas por las que entra el demonio

La hipocresía de la iglesia con Halloween

La acción ordinaria del demonio, el gran peligro

Apocalipsis III, ¿de qué trabajaremos en el futuro?