lunes, 27 de agosto de 2012

EL ENEMIGO DEL DIABLO (parte 1)

Juan José Gallego Salvadores, exorcista oficial de la Diócesis de Barcelona. Foto Diario de León



"La ouija, el espiritismo, el tarot, la brujería, santería, algunas fases del Yoga y el Reiki son la puerta de entrada al demonio"

Pablo Rioja | León


Castrillo de los Polvazares (León) le vio nacer hace 72 años y el Seminario de Valencia ordenarse como sacerdote, pero lo que nunca imaginaron es que este dominico cambiaría sus misas, predicaciones y hábitos diarios para servir a Dios en su lucha más directa contra el maligno. Desde 2007, el padre Juan José Gallego Salvadores es el exorcista oficial de la Diócesis de Barcelona.

-Padre, ¿cómo se hace un sacerdote exorcista?
-En mi caso fui nombrado en el año 2007 por el arzobispo de Barcelona, Lluis Martínez Sistach. Coincidió que el exorcista que estaba allí pidió el traslado a Valencia y el hoy cardenal me preguntó si quería sustituirlo. Contesté que sí, porque desde siempre me ha gustado el tema.


-¿Cuántos exorcistas hay en España?
-No más de cinco, como mucho. En Cataluña soy el único que ejerce como tal. Creo que también los hay en Madrid, Murcia, Santiago de Compostela y poco más. Para que te hagas una idea, en Francia cuentan con 112 sacerdotes exorcistas y en Italia cada diócesis tiene uno.

-¿Por qué entonces ese número tan reducido aquí?
-La gente nos ve como bichos raros, incluso muchos sacerdotes no comparten o no comprenden nuestra función, que no es una invención nuestra sino un arma más de la Iglesia Católica. El exorcista ha de ser una persona cauta, con experiencia, que goce de buena fama y tenga dos dedos de frente.

-El padre Grabielle Amorth, exorcista oficial de la Diócesis de Roma, critica en su libro 'Habla un exorcista' que las personas, en especial los sacerdotes, han dejado de creer en el demonio.
-Eso es absolutamente cierto. La gran victoria del demonio en este siglo ha sido convencer  a la gente de que no existe. El propio padre Amorth cuenta que fue a visitar a un cardenal para informarle de que iban a realizar una reunión de exorcistas en Roma y que éste le cogió por el hombro y le dijo: 'Eso está muy bien, pero tanto usted como yo sabemos que el demonio no existe'. Amorth, furioso, le contestó que iba a regalarle un libro muy bueno donde se daría cuenta de su existencia real. '¿Qué libro es ese?' -preguntó el cardenal- 'El Evangelio', respondió Amorth. Los curas que niegan la existencia del demonio están cometiendo una falta gravísima.

-Muchos psiquiatras y algunos médicos les tildan de locos y argumentan que las presuntas personas poseídas no son otra cosa que enfermos mentales. ¿Cómo distingue usted entre un endemoniado y un esquizofrénico?
-Hay que tener muchos cuidado. Es cierto que vienen a verme personas con la total seguridad de que están poseídas por algún espíritu maligno y lo único que tienen es una enfermedad mental, pero te diré que he tratado a personas esquizofrénicas que también tenían al demonio dentro. La experiencia te ayuda a discernir entre un caso u otro. Es curioso porque los enfermos mentales vienen a una sola sesión y no regresan más, pero los poseídos siempre vuelven. Lo primero que hago es formularles una serie de preguntas antes de realizar el exorcismo, hasta que no encuentro algo extraño no comienzo. Además, soy el primero en mandarles al psiquiatra si veo que no están endemoniados.

-¿Pero el demonio puede entrar sin más en el cuerpo de un ser humano o hay que abrirle la puerta de alguna manera?
-La ouija, el espiritismo, las sectas satánicas, el tarot, la brujería, la santería, algunas fases del Yoga y sobre todo el Reiki -un tipo de meditación muy extendido en la actualidad- son la puerta de entrada directa a Satanás. Esto es serio, no es una broma, tengo infinidad de casos de adolescentes que han hecho la ouija por diversión o incredulidad y ahora oyen ruidos, ven cosas raras... no se trata de tenerle miedo al demonio, pero sí respeto. Quien lleva una vida ordenada, reza, cree en Dios y no se mete en este tipo de cosas no tiene porqué temer. Por encima de todo, incluso de Satán, está Dios.

-Cuántos exorcismos ha realizado hasta la fecha?
-Más de 300. En una semana puede llegar a ver a entre 15 y 30 personas, pero conviene aclarar que algunos casos pertenecen al mismo individuo. El demonio no se va a las primeras de cambio, la mayoría de las veces tengo que realizar varias sesiones. El 99% de las personas que han venido a verme estaban convencidas de que tenían algo dentro que no era una enfermedad.


pABLO rIOJA (26-8-2012) Publicado en Diario de León.

lunes, 20 de agosto de 2012

PERIODISMO DEPORTIVO DECADENTE



Pablo Rioja | León

Recuerdo como si fuera ayer a Butanito, José María García para los amigos, en una de esas noches de palique radiofónico allá en el año 2000, advirtiendo al respetable madridista de que un tal Florentino Pérez había llegado a la casa blanca para arruinarla, un Armagedón futbolístico en toda regla que doce años después aún espera fecha de confirmación. Aquella historia se convirtió en todo un serial, uno de tantos, cuando irse a la cama sólo era una excusa para engancharse al transistor.

Lo reconozco, tal y como huele el panorama, cualquier tiempo pasado me parece mejor, y más aún en lo que respecta al periodismo deportivo, decadente, circo sin pan, cotilleo de patio de colegio con poco que contar. No hace nada, la medianoche suponía el orgasmo diario para los amantes del deporte, la dosis justa de información, opinión y debate, el maná anti saturación. Hoy, la proliferación de programas deportivos en radio y televisión unida a la falta de escrúpulos de algunos profesionales ha terminado por contaminar un sector de la prensa que, salvo excepciones contadas, sabe a cadáver rosa. 

Ahora se estilan las interminables tertulias estériles de noticia, periodistas sin complejos sectorizados por unos colores que se vocean nimiedades al estilo 'y tú más...', ex futbolistas, cantantes y friquis sin oficio ni beneficio elevados por, no sabemos muy bien quién, a categoría de contertulios cuyas opiniones no rozan ni el prestigio de discusión de barra de bar, mientras el presentador de turno, en vez de domar a las fieras, se une al enemigo incapaz de poder con él. 

Tanto minuto de emisión inútil se rentabiliza a base de dimes, diretes, rumores y humo. Cualquier bajeza sirve como argumento noticiable para rascar una porción de share, becerro de oro del pan para hoy y hambre para mañana. 

No es que reclame yo el retorno de José María, víctima quizá de su propio ego, pero sí la dignidad y el rigor a la hora de informar o crear opinión que antaño se estilaba. Señores, si no van a aportar nada nuevo al intelecto colectivo quédense en casa o saquen su escaño de diputado en Sálvame.

pABLO rIOJA 

viernes, 17 de agosto de 2012

¿Qué me pongo? Cualquier cosa



Pedro Tapia | León

Me estomaga cómo se viste cierto tipo de gente. Decimos que una persona es elegante cuando tiene distinción, gracia, donaire, buen gusto, cuando es correcto, comedido, discreto. Y el diccionario nos dice que la elegancia es el atributo de ser excepcionalmente eficaz y sencillo.

Pues bien, no me explico cómo puede haber tantas personas con ese dudoso sentido de la estética. Y no me refiero a esos grupos urbanos, góticos, rastas, emos, raperos, punks, mods, frikis, etc. en los que su atuendo forma parte de su estilo de vida. Tampoco estoy pensando en esos en los que por el hecho de ser o estar encasillados en el grupo de intelectuales y/o artistas ya tienen licencia para ir con aspecto descuidado: pelo largo, coleta, barba de unos cuantos días, pantalones amplios y camisetas con alguna leyenda.

O esos otros aventureros, robinsones o reporteros de guerra que van siempre con pantalón, camisa y cazadora de mil bolsos imposibles, cientos de cremalleras y botas de montaña. Ni tan siquiera me refiero a esos que argumentan que lo principal es la comodidad y visten siempre con ropa sport y deportiva. Como que el resto de ropa estuviera reñida con la comodidad.

Los que acuden a mi cabeza son esos en los que todos estamos pensando. Sí, esos. Porque se puede ser joven o mayor, delgado o gordo, hombre o mujer pero por Dios, un poco de decoro. ¡Qué atuendos! ¡Qué colores! ¡Qué combinaciones! ¡Qué permutaciones de n elementos tomados de n en n!.

Y no sólo eso, luego está la confusión. Que no se trata de ser un snob, un transgresor o un excéntrico. Que cada tipo de ropa está diseñada y concebida para cada ocasión.

Nos ponemos unos pantalones cortos, unas sandalias de dedo y sin sonrojarnos nos vamos a un cóctel nocturno. Nos ponemos un chándal y unos zapatos de tacón y nos vamos a hacer la compra al supermercado. Nos ponemos un traje, corbata y una visera roja de la Trasmediterránea y nos vamos a recoger un premio. Nos ponemos un esmoquin y unas zapatillas deportivas y nos vamos de boda. Decía Balzac que el bruto se cubre, el rico se adorna, el fatuo se disfraza y el elegante se viste.

¿Qué me pongo? Cualquier cosa. Y así vamos por la calle.
¿Qué me pongo? Cualquier cosa. Pues hala, un taparrabos, a comer con las manos y dar gritos por la selva.

Me estomaga.

martes, 14 de agosto de 2012

Entrevista con Juan Merodio, experto en Redes Sociales y Marketing 2.0

ENTREVISTA EXCLUSIVA CON JUAN MERODIO

Nacido en 1980, es uno de los principales expertos en España en Marketing Digital y Redes Sociales. Es ponente habitual en Congresos de reconocido prestigio internacional así como profesor de las mejores Escuelas de Negocio y Universidades.

Pablo Rioja | León
Juan Merodio, experto en Redes Sociales y Marketing 2.0


"Internet es tan potente que los internautas pueden hacer daño a medios de comunicación, instituciones y gobiernos si así lo estiman"

"Tanto cambio para modernizar Facebook está haciendo que los usuarios se empiecen a cansar de usarlo"

1: Juan, en un abrir y cerrar de ojos hemos pasado de alucinar cambiando nuestro estado en el MSN mientras esperábamos ansiosos a que nuestros amigos nos hablasen, a interactuar con millones de personas en todo el planeta. ¿Cuál es el siguiente paso de las redes sociales?

Difícil de predecir, pero yo creo que todo esto va a enfocarse hacia una mayor presencia de Internet en nuestras vidas, tanto para trabajo como ocio, redes sociales cada vez más segmentadas y conectadas con el mundo real haciendo poco a poco posible el llamado “Internet de las cosas”.

2: 'Renovarse o morir' jamás alcanzó mayor significado que hoy en día merced a Internet. Los ciudadanos que aún se resisten a entrar en este juego quizá puedan evitar por un tiempo el quedarse obsoletos, pero ¿y las empresas que no lo hagan, están condenadas a fallecer?

No me atrevería a decir condenadas a fallecer ya que siempre hay excepciones, pero sí en la inmensa mayoría dirigidas a consumidores, cualquier empresa que en el tiempo no se adapte dejará de ser sostenible y su negocio se verá afectado por quedarse obsoleto y no estar presente donde sus clientes le demandan estar.

3: En España hemos asistido a fenómenos impensables como el de que los internautas puedan acabar con un programa de televisión asentado, La Noria de Tele 5, en un abrir y cerrar de ojos. ¿Somos conscientes del arma que tenemos en nuestras manos? ¿Dónde están los límites? ¿Se podría acabar con un medio de comunicación, una institución e incluso con un Gobierno?

 Yo creo que todavía no somos del todo conscientes del gran potencial de las redes sociales y del que queda por venir, ya que el límite lo ponen los propios usuarios que como bien dices han sido capaces de acabar con un programa de máxima audiencia como La Noria de Tele 5, y sin lugar a dudas afectará y será capaz de hacer daño en muchos sentidos a medios de comunicación, instituciones y gobiernos si los usuarios así lo creen.

 4: Algo parecido le ocurrió durante la Eurocopa a Sara Carbonero, que ha recibido un linchamiento público vía Twitter. ¿Es mejor revelarse contra los 'anónimos críticos' o aceptarlo y dejarlo estar?

Cada “crisis online” debe estudiarse de manera personalizada, pero en algunos casos es mejor “dejarlo estar” sobre todo si son cosas sin demasiada importancia, así evitaremos crear un efecto “bola de nieve”.

5: Por cierto, ¿es capaz de explicar en pocas palabras qué es el Marketing 2.0?

Para mí el Marketing 2.0 es el marketing que piensa y enfoca sus objetivos en la satisfacción de sus clientes.

 6: Publicidad a la carta. ¿Hasta qué punto la considera efectiva? ¿Llegará un momento en que cada persona se cree su propia publicidad?

Creo que es más efectiva que la publicidad masiva, es decir, la rentabilidad de la publicidad hay que buscarla en pequeños nichos de mercado, de esta manera los usuarios recibiremos información que realmente nos interesa y las empresas tendrán un canal más directo de comunicación de información con sus potenciales clientes.

7: ¿Se está quedando Facebook anticuado?

Creo que no, creo que está empezando a tener problemas precisamente por lo contrario, por intentar estar demasiado actualizado, es decir, ya hay estadísticas recientes en EE.UU. que demuestras que muchos usuarios están cansados de tanto cambio de Facebook, y creo que si siguen así los usuarios pueden llegar a cansarse antes de lo previsto.

 8: Podría decirme en pocas palabras 10 curiosidades que la gente no conoce de las redes sociales...

Difícil pregunta, no sé si llegaré a 10 pero creo que aunque, no es una curiosidad, lo más desconocido por todos de las redes sociales es lo que hacen con nuestra información y todo lo que publicamos ¿cuántos nos hemos leído las políticas de uso y privacidad de las redes sociales dónde estamos?¿hemos entendido todo?

miércoles, 1 de agosto de 2012

Con el mundo por montera (Parte 3, el desenlace)

El leonés Paco Requeta en la actualidad

 EL LEONÉS QUE DOMINÓ EL MUNDO

Pablo Rioja | León

Después de cuatro meses entre Australia y Nueva Zelanda, el destino a punto estuvo de jugarle la última pasada a Paco. «Bajé del avión con 40 de fiebre. Tenía malaria y sin embargo pensaba que era una infección respiratoria, una neumonía, pero no estaba seguro porque la fiebre subió de repente. Estaba bien pero en una hora la fiebre se disparó. Ya desde el aeropuerto fui a un hospedaje que había cerca porque no me podía ni mover. Allí estuve una semana y pensé que me moría, que era el castigo por tener la osadía de dar la vuelta al mundo e iba a fallecer a 20.000 kilómetros de mi casa. Recuerdo que pensé: ‘Bueno, 20.001 metros y estaríamos en el espacio, no hay una distancia más grande en la Tierra’. Decidieron llevarme a una especie de centro de salud a La Polinesia, me tumbaron en una camilla, convulsionaba, entonces se acercó un médico de color negro, sudoroso, con los ojos inyectados… Ambos nos miramos fijamente. Me preguntó que qué me pasaba y le dije que no sabía, que tenía temblores y entonces… sencillamente nos pasamos la muerte, porque al día siguiente se murió. Estuve una semana con malaria, luego remitió y nunca tomé ni un solo medicamento por no enmascarar cualquier otra cosa, ni antipiréticos, ni antibióticos, ni nada y como vino se fue».
Dándose un baño en Jari, un río amazónico de Brasil

VIVIENDO EN UNA TRIBU
Tras curarse vivieron durante 15 días con la tribu de los Yasawa, lo suficiente como para comprobar que, sin quererlo, Paco quería imponer su forma de trabajar, sus costumbres. «Cultivaban de manera rudimentaria, era una paliza. Pensé en usar sus caballos para arar pero se negaron, el caballo sólo era la ambulancia por si había que trasladar a alguien. Luego quise construir un taburete, pero ellos preferían tumbarse en el suelo y por último pretendí poner un biombo en la ducha, pero ‘¿quién era yo para imponer todo aquello?’ Una vez más, seguimos adelante».

EN TIERRAS NORTEAMERICANAS
Su boda en Las Vegas culminaba un amor superior a cualquier tipo de ficción. El ‘sí quiero’ trajo consigo una especie de luna de miel por Tijuana (México). «Allí» —confiesa Paco— después de venir de tantos meses de mundo sajón, la vida cambió por completo. Llegaron el calor, la música y la alegría. Está claro que los latinos son muy chapuceros, trataron de mentirnos, robarnos, pero todos esos países tienen un denominador común: la felicidad».
'Fisher River Canyon', en Nabimia
«De Tijuana (noroeste del país) cruzamos en diagonal hasta la Península del Yucatán, que está en el sureste y salimos a Belice, una antigua colonia británica para acabar finalmente en Guatemala, donde encontré una gente sencilla, sufrida y muy masacrada. Es un lugar peligroso por las bandas, no tienen escrúpulos, la vida vale menos que nada y a partir de las 5 de la tarde era mejor estar en el hotel». La idea era continuar por todo Centroamérica hasta Tierra de Fuego, pero «camino al Salvador Mariví me confesó que estaba muy cansada». Llevaban 19 meses de viaje.
El 21 de diciembre de 1990 regresaron a León. El amor entre Paco y Mariví duró un par de años más, luego conoció a Carmen y emprendió su segunda vuelta al mundo. Pero eso ya es otra historia…

Enlace directo a la primera parte de este reportaje

Enlace directo a la segunda parte de este reportaje

pABLO rIOJA (27-11-2011)

Con el mundo por montera (Parte 2)


Encima del meteorito metálico más grande del mundo, pesa 54 toneladas y está en Namibia.
EL LEONÉS QUE DOMINÓ EL MUNDO
Pablo Rioja | León

En mayo de 1989, el enfermero leonés Francisco Requeta se embarcó en el mayor viaje de su historia rumbo a ninguna parte para recorrer cuatro continentes, mochila en mano, a bordo de una 4l y con su inseparable Mariví



UN ÁNGEL LLAMADO KARIM
El paso entre Arabia Saudí y Qatar no fue sencillo. «En Qatar nos dieron un visado de tránsito de hora y media para recorrer 90 kilómetros a 60 grados, era el tiempo que estimaban oportuno para cruzar su frontera. Recé para que la furgoneta no se estropeara. Recorrimos algunos Emiratos Árabes y llegado un momento nos vimos en la vicisitud de tener que saltar el Golfo Pérsico en barco o en avión. Yo lo quería hacer por tierra. Mandamos la furgoneta en barco y volamos desde Dubai a Pakistán. Fue una odisea horrible hasta recuperar la furgoneta. Un ángel de la guarda llamado Karim nos ayudó».
Karim era un nómada, un errante con alma de guerrero de los que conviene encontrarse cuando uno da la vuelta al mundo y los papeleos burocráticos se tornan la peor de las fronteras. «Nos guió por todas las oficinas del puerto hasta que dimos con ella, sin él jamás la hubiera vuelto a ver. Hasta tal punto me sentí en deuda que le invité a seguir con nosotros. Aceptó, pero después de 100 kilómetros los tres nos preguntamos qué hacíamos allí. Le dijimos que seguiríamos solos y con las mismas, se bajó en medio de la nada».
Tiempo después entramos en India, donde «quedé atónito con la singular belleza del Templo Dorado», llamado así por las placas de oro puro que cubren sus blancas paredes de mármol. El templo es centro de peregrinación de millones de personas a lo largo del año, sobre todo de los famosos Sijs. «Ya en Nueva Delhi conocimos al peregrino de la paz, un granadino que llevaba cinco años caminando y ansiaba ver a la Madre Teresa de Calcuta, muy enferma ya por aquella época. Años más tarde me enteré de que lo había logrado. En Bombay dimos con un asturiano que llevaba 35 años viviendo allí. La furgoneta ya no era necesaria a partir de ese momento y él nos ayudó para enviarla de vuelta a casa».

SUS CAMINOS SE SEPARAN
«Estaba harto de Mariví», sonríe Requeta melancólico mientras lo rememora. La convivencia pasó de ser grata a insoportable en apenas un puñado de países. Sus vidas se habían cruzado por vez primera en el verano del 88. Paco realizó una sustitución en el centro médico donde también trabajaba ella, que pasó de tildarle de chalado por querer dar la vuelta al mundo a rogarle que le dejara ir con él. Pero la pasión dio paso al ostracismo, y sin más, hartos de hartarse, se separaron durante dos meses. «Escribí a otra amiga de España por si quería continuar el viaje conmigo y aceptó. A los tres días de estar con ella me di cuenta de que había metido la pata hasta el fondo. Con Mariví lo tenía todo, con ella sólo sexo. Después de recorrer Japón, Taiwán y Corea envié una carta a todas las oficinas de correos del sureste asiático y Australia —donde creía que estaría Mariví— con la fortuna de que la leyó en Singapur. A modo de castigo me hizo ir a buscarla hasta allí. Cuando nos vimos sentí un enamoramiento desconocido hasta la fecha, difícil de describir. De Singapur fuimos a Malasia y luego a Sumatra (Indonesia), donde tomé setas alucinógenas».
Saludando a un primate
León sonaba ya a prehistoria y todavía restaba gran parte del camino. Australia les recibió expectante, como el nuevo mundo que rezan sus leyendas. Después de nadar entre tiburones, recorrer sus interminables sendas y dar rienda suelta a su amor por Mariví, Paco decidió que quería formar parte de la profesión más extendida del país; ser esquilador de ovejas. «Aguanté sólo un día». En la Tierra Austral del Espíritu Santo hay 150 millones de ovejas que se esquilan una vez al año. Para ello crean equipos con un capataz, seis esquiladores, tres ayudantes y un cocinero, tropa que se mueve de rancho en rancho por zonas. «Nuestro rancho tenía 15.000 ovejas, esquilaban 1.500 ovejas al día. Para mí eran una mezcla entre Mazinguer Z y Robocop».

Se levantaban a las 5 de la mañana y a las 7, enloquecidos, se ponían a sacar ovejas, recoger el vellón, clasificarlo y meterlo en un saco. «A mí me metieron a recoger vellón. Cada tres minutos tenían listos tres vellones, trataba de coger mucho pero se me escurría, era un desastre. Me dijeron que no valía para ello, tenían razón. A los dos días nos fuimos. Fue entonces cuando conocí a un alemán que también estaba dando la vuelta al mundo pero a la inversa que nosotros. Me habló de una tribu con la que había estado viviendo una temporada en las islas Fiji, los Yasawa». Aquella escala no venía en mi ruta de viaje, pero algo tan exótico era casi irrenunciable. «Me explicó que para vivir con aquella tribu tendría que agasajarles con una raíz especial que ellos utilizaban, así como con fruta y verdura para la familia que me acogiera».

Con el mundo por montera (Parte 1)

El enfermero leonés Francisco Requeta durante uno de sus viajes

EL LEONÉS QUE DOMINÓ EL MUNDO

En mayo de 1989, el enfermero leonés Francisco Requeta se embarcó en el mayor viaje de su historia rumbo a ninguna parte para recorrer cuatro continentes, mochila en mano, a bordo de una 4L y con su inseparable Mariví.

Pablo Rioja | León

Segundos antes de que aquel rudo juez le preguntara con voz tosca si aceptaba a Mariví como esposa, dejó —por primera vez en casi dos años— que fuese su mente la que viajase, y no su cuerpo, y se vio con trece o catorce años jurándose a sí mismo que algún día se casaría en Las Vegas. A 1990 apenas le restaba un mes de vida cuando entonó el sí quiero en el Ayuntamiento de la ciudad de los casinos, vestido de mochilero, sin Elvis, ni iglesia, ni limusina, pero con un corazón provisto para dar amor eterno a su fiel compañera de aventuras. Ella dudó por un momento si ese acto tendría validez, pero el improvisado sacerdote se apresuró a sentenciar que aquel matrimonio era ya real ‘in whole the world’ (En todo el mundo). Mariví respiró aliviada, ‘ya no hay marcha atrás’ —pensó—.

Y es que era precisamente el mundo lo que venía recorriendo Paco Requeta, un enfermero leonés, desde hacía meses. Llegaron a los Estados Unidos después de patear «el país más maravilloso de la Tierra», Nueva Zelanda, pero su peregrinar había comenzado mucho antes, en concreto, el 22 de mayo de 1989.

Salieron de León rumbo a Barcelona con una furgoneta 4L, un millón doscientas mil pesetas en el bolsillo y la única atadura que te impone el paso del tiempo por bandera. «Cruzamos la Costa Azul, Génova, Florencia, Pisa, Venecia… hasta lo que era la antigua Yugoslavia, Croacia, Serbia, Montenegro y entramos en Grecia, Atenas, Alejandrópolis y Turquía, donde nos alojamos en el famoso Londra Camping de Estambul».

Requeta en Las Maldivas en 1997
En aquel país «descubrimos la amabilidad, la nobleza y la hombría de los turcos, injustamente tratados en el filme El expreso de medianoche. Se les hizo muy mala prensa y son, con casi total probabilidad, las mejores personas que me he encontrado en la vida. Cuando eres un visitante la gente siempre espera sacar algo a cambio de ti, sin embargo —señala Paco— ellos eran desprendidos hasta más no poder. Recuerdo dejar el coche para dormir, de pronto un chaval salía de la nada, me daba una bolsa con tres o cuatro kilos de melocotones exquisitos y echaba a correr antes de poder darle si quiera las gracias. Lo mismo me ocurrió en Irán y Pakistán, donde una familia nos acogió. Vivían en un alto, era imposible subir tal cuesta con una furgoneta sin tracción a las cuatro ruedas como mi 4L, así que siete de los hijos de aquel patriarca la cogieron casi en volandas y la colocaron junto a la puerta de la casa. En los dos días que nos hospedamos allí trataron de convencerme para que abrazase el Islam ‘pero cómo’, dije… ‘si casi no abrazo a los míos como para acoger esto’. Me enseñaron a comer con las manos y el truco para no mancharse; los codos siempre arriba».

Vista de Ciudad del Cabo desde La Tabla
Cuando Paco y Mariví prosiguieron su viaje la familia le entregó una especie de papel que acreditaba su pertenencia al clan por si alguien les robaba o asaltaba, algo bastante habitual en la zona. «Si así ocurría, ellos se liarían a tiros con quien fuese necesario porque son clanes muy tribales, muy protectores. Por algunas zonas, para dar un paseo había que contratar un guardaespaldas, fue una sensación muy rara».

Agosto estaba a la vuelta de la esquina. Le llegó el turno a Siria, Jordania y Arabia Saudí, países donde la belleza de un paraje, edificio o reliquia quedaba eclipsada por la sombra del calor. «Habría unos 60 o 65 grados y el único aire acondicionado del vehículo eran sus ventanillas de guillotina. Además debía llevar puesta la calefacción para que el motor no se calentara. Hice 35.000 kilómetros en aquella furgoneta y adelgacé 17 kilos. En el interior sólo llevábamos un cajón con comida y un camping gas».

pABLO rIOJA (27-11-2011)