jueves, 4 de octubre de 2012

Los ruidos del silencio




Descubrí en un pozo con fondo
una niebla en la que se podía ver,
enterré alegre a la tristeza,
me doctoré en tu religión sin fe.

Ahogado de nadar en el desierto
me eché un rato a descansar sobre la cruz,
salió cara, ¡maldito insensato!
Encontré el norte subiéndome al sur.

Pasé de mi infierno a tu cielo,
del invierno con soles de abril,
de los ruidos que emite el silencio,
de las noches en vela al candil.

pABLO rIOJA (4-10-2012)

6 comentarios:

  1. Nuestra vida cambia por completo cuando nos enamoramos. Todo se ve mas bonito... Me gusto tu poema. Un saludo.

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    1. Muchísimas gracias por leerlo, es de mis favoritos.

      Un saludo

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  3. Pablo, así es todo, cada cosa tiene su contrario
    interesantes versos
    saludos

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    1. Gracias por leerlos Omar, efectivamente, todo tiene su contrario y el contrario es a veces lo realmente interesante.

      Saludos

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