una niebla en la que se podía ver,
enterré alegre a la tristeza,
me doctoré en tu religión sin fe.
Ahogado de nadar en el desierto
me eché un rato a descansar sobre la cruz,
salió cara, ¡maldito insensato!
Encontré el norte subiéndome al sur.
Pasé de mi infierno a tu cielo,
del invierno con soles de abril,
de los ruidos que emite el silencio,
de las noches en vela al candil.
pABLO rIOJA (4-10-2012)
pABLO rIOJA (4-10-2012)
Nuestra vida cambia por completo cuando nos enamoramos. Todo se ve mas bonito... Me gusto tu poema. Un saludo.
ResponderEliminarGracias por el apoyo Sandra, un abrazo!!!
Eliminarprecioso poema
ResponderEliminarMuchísimas gracias por leerlo, es de mis favoritos.
EliminarUn saludo
Pablo, así es todo, cada cosa tiene su contrario
ResponderEliminarinteresantes versos
saludos
Gracias por leerlos Omar, efectivamente, todo tiene su contrario y el contrario es a veces lo realmente interesante.
EliminarSaludos