jueves, 14 de febrero de 2013

NO SÉ CON QUIÉN ESTOY


ME ESTOMAGA | PEDRO TAPIA ARTEAGA 



Se define canon de belleza al conjunto de aquellas características que una sociedad considera convencionalmente como bonito, atractivo o deseable, sea persona u objeto. Es históricamente variable y no es común a las distintas culturas. Aceptar que sólo existe una única belleza es perjudicial porque niega la diversidad y la singularidad de la humanidad.

Pues bien, teniendo en cuenta estas pautas nos encontramos tiempos en los que el ideal estético se ha concebido de manera diferente. Así vamos localizando mujeres consideradas bellas cuando tenían órganos reproductores muy marcados, mujeres que eran bellas si medían 18 veces su puño, si eran blancas de piel, si eran voluptuosas, etc., etc.

El ideal masculino tenía que estar relacionado con el deporte: equilibrio, voluntad, valor y belleza o que tuvieran indicadores de fuerza, virilidad y libertad.

Épocas en que las mujeres eran bellas si estaban metidas en carnes y con curvas de vértigo, mujeres tostadas por el sol, mueres andróginas y amásticas. Hasta las mujeres caquécticas tuvieron su momento. Mujeres depiladas totalmente, parcialmente y mujeres sin depilar. Mujeres rubias y morenas, con pelo largo y corto, liso y rizado, maquilladas y con la cara lavada y recién peinadas. Perfumadas y sin perfumar. Hombres con pelo en pecho y barba cerrada, depilados e imberbes. Hombres con manicura en manos y pies. Hombres rudos y hombres afeminados.

Mujeres y hombres han tenido su minuto de gloria ante los cánones de belleza. Y para aquellas personas que la naturaleza no había sido tan generosa pues utilizaban otros recursos para gustar y/o seducir. Tales como la conversación, la simpatía, la gracia, la inteligencia, el magnetismo. Todo ello en perfecta armonía.

Ahora no, ahora negamos la naturaleza y la manipulamos hasta límites insospechados. Nos hacemos depilaciones definitivas, nos damos botox, nos hacemos implantes de relleno, combatimos la flacidez y la celulitis. Hacemos blefaroplastias, rinoplastias, liftings, lipoesculturas, liposucciones, mamoplastias, rellenos de ácido hialurónico, fotorejuvenecimiento facial y tratamientos anticalvicie. Nos ponemos pectorales, abdominales y gemelos. Y así un rosario infinito de procedimientos.

Llegará el día en que tanto mujeres como hombres cuando acudamos por primera vez a una cita tengamos que ir con la caja de herramientas a cuestas. Herramientas para ajustar las poleas que mueven brazos y piernas, las trócolas que rigen los hombros, los goznes que abren y cierran ojos y boca, los diferenciales que coordinan los pies, los muelles que levantan el pene, las ruedas dentadas que te suben al monte de Venus y una aceitera para engrasar y lubricar todo ello.

Cantaba Emilio Aragón en su tema “Cuidado con Paloma”

Cuidado con Paloma
que me han dicho que es de goma.
Le gusta la cirugía
ha pasado tantas veces por quirófano
que no la conocía.
Me han dicho que ahora tiene
los mofletes de Bo Derek.
Le pusieron en su día
la nariz de Estefanía.

Qué razón tenía Woody Allen cuando dijo que la última vez que había estado dentro de una mujer de verdad había sido dentro de la estatua de La Libertad.

Me estomaga

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