lunes, 18 de febrero de 2013
¿POR QUÉ NO TE CALLAS?
Pablo Rioja | León
Cataluña es como Francia pero sin país, algo tienen los Pirineos que idiotizan. Cuando a nuestros vecinos galos les dio por intoxicar el deporte español camuflados bajo trajes de látex hasta lo entendí fíjate, que todos los años se vean obligados a izar la bandera española y a tragarse nuestro himno por culpa del tenis o el ciclismo no debe ser plato de buen gusto. Lo del 90% de los políticos catalanes, por su parte, me produce risa, son el verdadero Club de la Comedia, además de unos acomplejados, embusteros y sectarios. Y como me dijo una vez un colega de profesión, el sectarismo es la puerta del fascismo.
La última muestra de su complejo de inferioridad ocurrió hace dos semanas cuando Jaume Gilabert, alcalde de Montgai y ex presidente de la Diputación de Lleida, arengó a unos niños a recibir a Artur Mas al grito de "¡Independencia!". Personalmente no me preocupa lo más mínimo el adoctrinamiento al que someten a sus estudiantes, quien siembra vientos recoge tempestades, lo que me inquieta es saber dónde tiene el límite esta gente y hasta cuándo hay que seguir riéndoles las gracias. A lo mejor son los españoles los que pronto solicitan un referéndum para que Cataluña se independice.
Y es que son como un hijo único consentido que nunca se sacia con nada, que monta pataletas, manipula y se cree sus propias mentiras para llamar la atención de sus progenitores. Y sus padres, incapaces de educar, le pasan todo por alto a ver si por arte de magia un día se levantan y el chaval ha desaparecido. Pero el cabrón no desaparece, se va de rato en rato a gastar las suculentas propinas en aprender idiomas con futuro, crear embajadas, inventarse una policía propia, cobrar hasta por respirar y cuando el dinero se termina ale, a exigirle a papá que le devuelva lo que es suyo.
Magos de la distracción, Mas y compañía convocaban unas elecciones anticipadas en las que de nuevo la mayor parte del pueblo dijo NO a la independencia, NO al nacionalismo y NO a los abusivos impuestos, tasas y sanidades privadas. Pero ni la vergüenza torera, ni la ajena, consiguen que se apeen de sus poltronas pese a que los resultados electorales supusieron un batacazo histórico. Y ahí les tienes, oliendo a cadáver putrefacto en su caverna, viendo pasar sombras, aislándose de un mundo globalizado al que no le interesa la soberbia de quien vive por encima del bien y del mal.
¿Alguien se imagina a Artur en el parlamento europeo exigiendo más fondos para su país, hablando en catalán ante los socios de la UE y pataleando como un niño llorón bajo las faldas de Merkel? No hombre Artur, esto se te consiente aquí porque nuestro gobierno es casi tan vergonzoso como el tuyo, pero ahí fuera se descojonan de ti, serías el bufoncillo de la corte. Anda, haznos un favor a todos y vete con los tuyos a envenenar otro territorio, que este lo estáis pudriendo.
pABLO rIOJA (10-2-2013)
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Pablo, me parece que tienes toda la razón y que lo dices con mucha finura.Personalmente estoy hasta las narices de los políticos catalanes separatistas y de aquellos que los votan. Son unos chupones y llevan así desde antes de los Reyes Católicos.
ResponderEliminarBueno, les llevan adoctrinando durante décadas, es una pena, viven en el odio y el rencor provocados por una mentira.
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