Arde la España de los hitos deportivos mientras el riesgo de la prima se acerca con sigiloso ruido al número de la Bestia, como si el Armagedón maya hubiese sido predicho en exclusiva para nosotros, con fecha de caducidad prevista para poco más de tres meses y la extraña sensación que produce el no querer creerse lo que todo el mundo lleva advirtiendo desde hace años.
Mientras el termómetro patrio apenas da un respiro a las fuerzas de seguridad del Estado, los bomberos son incapaces de extinguir el fuego que incendia La Bolsa a causa de una colilla mal apagada por quienes en su día prohibieron fumar en lugares públicos.
El país entra de lleno en el ojo del huracán, pronto sonará el '¡Sálvese quien pueda!', entonces nuestros héroes ya no vendrán subidos a lomos de una gaviota azul sino de un Águila Imperial alemán que rescate la bandera, porque el resto no servirá ni para pieza del mes de un museo etnográfico.
Y entre tanto Mariano empeñado en escuchar a cualquiera que no lleve la razón, castigando a quien no debe y haciendo caso omiso a las señales de humo. Y es que mentir está de moda. Mintieron al menos un 30% de las entidades bancarias en sus balances, mintieron las Comunidades Autónomas al presentar sus cuentas, mintió el anterior Gobierno con las cifras de déficit y miente usted, señor Presidente, aunque esto ya empieza a no ser noticia.
Huele a azufre, a vinagre en las heridas, sobran 350.000 políticos y faltan crisis de ego, los otros por corruptos, ustedes, señor Rajoy, por vender humo a un precio demasiado caro.
pABLO rIOJA (23-7-2012)
No hay comentarios:
Publicar un comentario