martes, 10 de junio de 2014

Nadal Garros


Pablo Rioja | León

Rafael I de España y IX de Francia. He preferido escribir en frío para que la excitación por tu nueva gesta no copase el saber hacer de mis musas, pero incluso dos días después continúo en estado de sock. ¡Viva la madre y la madre de la madre y la madre de la madre de la madre que te parió! Vaya, ya me he dejado llevar.

Me cuentan las buenas lenguas que Francia resopla aliviada porque ya caminas rumbo a Inglaterra, que tu foto se extiende como la pólvora en los aeropuertos por si se te ocurre regresar antes de tiempo y que quienes te parodiaron con aquel guiñol le hacen ahora vudú como si no hubiera mañana.

Recuerdo que hace tiempo escuché unas declaraciones tuyas donde ponderabas la formación académica y personal como base del éxito. Eres el anti NI-NI, el ejemplo a seguir que cualquier colegio debería imponerle a sus alumnos, el yerno que toda suegra querría tener. Por eso ¡Viva Xisca, la madre de Xisca y la madre de la madre de Xisca! Porque detrás de un buen hombre siempre hay una gran mujer, pero detrás de un genio como tú además hay sensatez, sacrificio y una novia que seguro se encarga de que pises suelo.

Algunos piensan que todo es fruto de la naturaleza, que eres un portento, pero tú sabes bien que la disciplina, el afrontar los sufrimientos y sacarles partido, la nobleza, el respeto al rival, la superación del que nunca pierde la esperanza son conceptos claves para crecer, para levantarse, para que la copa de los Mosqueteros sea una para todos y todas para ti. Y de eso, entre otros, tiene mucha culpa tío Toni. Por eso ¡viva tío Toni, el tío del tío Toni y el tío del tío de tío Toni!

Porque todos nos rendimos ante tus gestas, incluso más de un rival desearía que se le tragase la tierra entera, pero pocos saben lo que hay detrás; un cerebro amueblado con valores olvidados hoy, valores que no hace tanto eran el pan nuestro de cada día, cuando la cultura del esfuerzo reinaba en España. Hoy reina la de la mediocridad.

Por suerte tú solito te has erigido en embajador español, mostrando a medio mundo lo que debería ser el intelecto de 47 millones de personas. Mejor que piensen que somos todos como tú, no vayan a poner Gandía Shore.

Sólo el tiempo pondrá fin a tu historia dentro de las pistas, aunque para quienes te seguimos, para quienes saben que acabarás remontando, para los que levantan el puño cuando ganas un punto que cualquier otro daría por perdido, para quienes tratan de imitar tu forma de ser, para todos ya eres leyenda. Por eso y por revolverle las tripas a nuestros vecinos del norte, ¡viva tú, don Rafael Nadal!

pABLO rIOJA (10-6-2014)  

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