EL ENEMIGO DEL DIABLO (Parte 2)

ENTREVISTA A JUAN JOSÉ GALLEGO | EXORCISTA

Padre Juan José Gallego, exorcista oficial de la Diócesis de Barcelona. Foto Diario de León

Pablo Rioja | León

"Tras el exorcismo, la persona ha de cambiar su vida, acogerse a Dios"

"Los poseídos pueden adivinar cosas de tu vida, su fuerza es descomunal, pero lo más horrible es su voz, realmente aterradora"

"Sólo Dios puede liberar del demonio, los exorcistas somos meros instrumentos"

-¿Cuáles son los fenómenos más comunes que presenta un poseído?
-Cada caso es diferente, pero sí es cierto que de repente se ponen a hablar en latín, hebreo o lenguas muertas que es difícil que conozcan, adividan cosas de tu vida o te dicen cosas de tu pasado, blasfeman como nadie podría imaginar, los ojos se les ponen en blanco, presentan una fuerza descomunal y lo que más me impresiona; su voz no es humana, no sería capaz de describirla, pero es algo realmente aterrador. Tuve un caso de un poseído que de pronto me gritaba en un latín perfecto que dejase de rezar el Padre Nuestro y su madre asegura que jamás estudió tal lengua.

-¿Qué caso es el que más le ha impactado?
-El de un chico de Valencia que vino a verme, le ocurrían unos fenómenos rarísimos. Yo no era capaz de saber de dónde venía todo aquello hasta que un día comenzó a contarme que de pequeño -con unos 13 o 14 años- descubrió que tenía poderes. Empezó a ponerle las manos en la cabeza a su abuela consiguiendo que mejorara de sus dolencias. Dice que una vez su abuela se enfadó con él y ese día no le puso las manos y de pronto se murió. Aquello le dejó traumatizado y encolerizado con Dios. Se entregó a Satanás. Hay otra chica de 13 años que estoy tratando en la actualidad que me tiene en un sin vivir porque no he logrado aún saber cómo ha llegado a esta situación. Asegura que oye voces que le dicen que haga un pacto con ellos. Los padres lo están pasando fatal. Y un tercer caso, dos señoras que vinieron a verme el otro día, insisten en que oyen ruidos raros y que un primer exorcista al que acudieron les invitó a ir al psiquiatra. Yo inicié el rito y una de ellas comenzó con unos espasmos raros.

-¿Alguna vez ha sentido miedo?
Tuve miedo al principio, pero después ya no, y por una razón muy sencilla; yo soy un sacerdote y como tal administro una serie de sacramentos muchos más grandes que esto. Si creemos que Jesucristo se nos da en la Eucaristía no hay nada que temer. Pero sí, cuando me inicié como exorcista miraba para atrás y todas las sombras me parecían demonios, luego descubrí que no era más que un acto de fe que realizo en nombre de la Iglesia. Desde ese momento dejé de pasar miedo. De todos modos suelo realizar los exorcismos solo, pero si veo que la persona tiende a moverse mucho, a levantarse o puede resultar un peligro siempre pido que me acompañen.

-Hay toda una polémica montada en torno a la reciente revisión y modificación de numerosos aspectos del ritual antiguo para realizar exorcismos. El padre Fortea y el propio Gabrielle Amorth critican esta medida porque a su juicio ha debilitado o eliminado varias oraciones. ¿Usted qué opina?
-Aquí no estoy de acuerdo con ellos. Una de las cosas que defienden es la necesidad de conocer el nombre del demonio o espíritu maligno que habita en la persona poseída para así combatirle de manera más eficaz, porque al igual que los ángeles tienen sus rangos, los demonios también. El 'jefe' de todos ellos es Satanás, pero no es el único. Desde mi experiencia, conocer el nombre del demonio no sirve de nada, además de que siempre tratará de confundirte. Lo importante en un exorcismo no es que yo adivine el nombre, sino que le pida a Dios que libere a esa persona de los espíritus que habitan dentro de ella. Digo esto porque hay exorcistas que creen tener el poder de expulsar demonios y eso se llama vanidad, repito, sólo somos instrumentos de Dios, él es el único que libera.

-Este tema ha inspirado numerosas películas. ¿Ha frivolizado el cine con la figura del exorcista?
-Depende, películas como El Exorcista o El Rito han ayudado a descubrir este problema y a ponerlo de nuevo de actualidad. El Exorcista está basada en un hecho real que le ocurrió a un niño. En cuanto a El Rito me siento totalmente identificado con el personaje principal que encarna Anthony Hopkings, porque realizar exorcismos llega a ser agotador y a veces te cuestiones tu propia fe. El demonio es muy inteligente, trata de confundirte, de desgartarte, de que pierdas la paciencia, sólo le importa que renunciemos a Dios y nos acojamos a él.

-¿Cree que hay gente capaz de adivinar el futuro?
-Sí, los hay. Recuerdo que una madre vino a verme desesperada porque nada más llegar del mercado su hijo le adivinaba lo que había comprado. El demonio puede concederte algunos de sus poderes. Este chico se levantaba con el pijama quemado, arañazos, oía voces que le invitaban a suicidarse... gracias a Dios le hicimos el exorcismo y parece que se curó.

-¿Cobra?
Ni un duro. Tampoco archivo los casos, ni obligo a nadie a venir, son ellos los que suelen regresar. Lo que sí hago es llamar a la persona después de un tiempo para ver cómo está.

-Padre, ¿ha oído hablar sobre Medjugorje (Bosnia) y los fenómenos extraños que ocurren allí?
-Sí, yo no he estado pero conozco a mucha gente que sí y al parecer es uno de los sitios donde más casos se están dando en la actualidad. Es un lugar de fe, donde se reza, la gente se confiesa y muchos se convierten. La semana pasada escuché en el telediario que un medallista español en los Juegos Olímpicos de Londres estuvo en Medjugorje y ahora ha decidido irse al seminario, algo hay allí que merece la pena.

-Qué ocurre con las personas poseídas una vez quedan liberadas?
-Su vida debe experimentar un cambio radical. Han de rezar, acudir a misa, acoger a Dios.

Acceso directo a la primera parte de la entrevista


pABLO rIOJA (26-8-11) Publicado en Diario de León.