viernes, 28 de junio de 2013

España, otra vez en la final


Fuente de la imagen rtve.es
Pablo Rioja | León

Italia, otra vez Italia, bendita Italia, la única selección del mundo capaz de ganar partidos sin tirar a puerta, y eso que ayer, mientras la gasolina aguantó, tutearon a una España aparentemente fundida pero con litros extra en la reserva.

Cuarta final consecutiva, en un torneo menor sí, pero con la canarinha y todo un país en contra. ¡Brasil asustada porque el rival es España!!! Por favor, ¿alguien puede despertarme del sueño? Es curioso porque uno recuerda a selecciones míticas como el Brasil del 70, la Italia del 82 o la Alemania del 90 y piensa que esta España, nuestra España, será recordada como la España del 2008, la del 2010, la del 2012 e incluso más allá.

Llegará el momento de perder lo sé, pero hemos inventado una filosofía que debe mantenerse pase lo que pase, un modelo que muchos tratan de imitar pero sólo España es capaz de ejecutar. Y no nos engañemos, desde Aragonés a Del Bosque los locos bajitos llevan siempre la batuta pero el sistema evoluciona y se adapta a las necesidades. Del pivote, al doble pivote, al falso nueve, a jugar con o sin bandas, con presión arriba... ¿con Javi Martínez de delantero? Vicente, ya escribí una vez que tienes estrella, todo lo que haces te sale bien.

Pero volvamos a Italia, otra vez Italia, bendita Italia, la única selección del mundo capaz de meterse en todas las rondas finales como que no quiere la cosa, jugando mal pero pasando casi siempre, hasta que la historia dijo basta y se cobró con intereses el codazo de Tassotti a Luis Enrique, imposible de olvidar, ahora nos toca reír a nosotros. La mismísima suerte nos sonríe, otra vez en los penaltis, otra vez Buffón y Casillas, otra vez con el corazón en un puño y sí, otra vez salió cara.

Me gusta que incluso en los malos días de Xavi e Iniesta, donde antes caeríamos sin más dilación, ahora seamos capaces de aguantar el chaparrón, sobreponernos y salir adelante airosos, uno no se convierte en leyenda sin sortear gestas como la de ayer.

Y bendito banquillo, salga quien salga mejora lo que ya hay y aporta soluciones que terminan por descolocar a cualquier rival. Pero Italia no es cualquier rival, tiene cuatro de esas estrellitas en el pecho y sólo muere matando.

Por eso Italia, otra vez Italia, bendita Italia, cruzarnos contigo en el 2008 cambió el final del cuento, el banquete sirvió perdices y desde entonces cada vez que te cruzas en el camino lo que otrora era una pesadilla ahora sabe a gloria.

Este verano millones de españoles volverán a retrasar sus vacaciones unos días porque sí, España también juega esta final.

pABLO rIOJA (28-6-2013) 

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