QUID DIVINUM

Pedro Tapia | León

Aunque la traducción en latín de Quid Divinum es “algo divino”, en las diferentes disciplinas artísticas tiene otras acepciones tales como musa, soplo o inspiración. A esas concretamente son a las que me refiero.
Bajo este título se concretan once obras de gran formato que el pasado mes de mayo fueron expuestas en el Auditorio Ciudad de León.

Es esta una obra no premeditada, es la búsqueda de nada, es la búsqueda del movimiento para que vaya surgiendo el color, la plasticidad, el trazo vibrátil y se convierta todo ello en ritmo imprescindible.

Y sin embargo, al finalizar, aparece una obra matérica para expresar lo inmaterial. Conceptos tan abstractos como los sentimientos, la felicidad, el amor y la decepción afloran a través de las palabras. Conceptos de universalidad cuyo cordón umbilical son pequeños microcosmos y los sueños oníricos van conformando la obra. Y la complejidad de la mente humana hasta su ocaso queda patente con pequeñas estructuras metálicas en forma de bucles, espirales y ovillos de alambre debilitados por el paso del tiempo en forma de óxido y herrumbre.

Siglos más tarde, sigue siendo absoluta verdad aquella afirmación de Leonardo da Vinci: “ La pintura es cosa mental”.