lunes, 5 de noviembre de 2012

La cara oculta de un centro comercial (parte 1)


REPORTAJE | LOS SECRETOS DE ESPACIO LEÓN 


La seguridad, el patrimonio, la gestión financiera, el márketing o la relación con usuarios y arrendatarios, son algunas de las responsabilidades que el equipo de gerencia de Espacio León -el centro comercial y de ocio más importante de la provincia- debe afrontar a diario y que para la mayor parte de los ciudadanos que lo visitan pasan desapercibidas.

Centro comercial y de ocio Espacio León


Pablo Rioja | León

Son las 0.57 de la madrugada. La nueva de James Cameron agoniza con los créditos en la pantalla de la sala cuatro del Cinebox. Mientras el respetable se enfunda capas y capas de abrigo para combatir ese «mal necesario» llamado invierno que ansioso les espera a la vuelta de la esquina, varios trabajadores han iniciado ya su última cruzada en busca de huérfanas palomitas escondidas entre los asientos, refrescos gelatinosos y un sinfín de deshechos que pasarán a mejor vida antes de que la seguridad de Espacio León eche el cierre al complejo a eso de  la 1.30. La función ha terminado por hoy, excepto, eso sí, para los guardas que han de velar porque este coloso de más de 60.000 metros cuadrados de superficie descanse en paz.


Sala de vigiliancia del centro comercial

Y es que la seguridad, supone uno de los grandes retos para la gerencia de un centro comercial y de ocio que recibe cerca de 15.000 visitas diarias de lunes a viernes, 25.000 los fines de semana y una media de cinco millones y medio al año. Para evitar cualquier anomalía, 160 cámaras interiores y exteriores graban todo lo que sucede en las zonas comunes las 24 horas del día. Desde la sala de vigilancia, en la que en todo momento se encuentra al menos un vigilante, controlan las tres entradas a pie de calle, las dos al párking, la entrada al muelle de carga y descarga, pasillos, plazas, así como los 120 locales que se extienden a lo largo y ancho de sus tres plantas, pero, en este caso, como asegura el responsable de la gestión técnica de Espacio León, David Ramos, «nunca en el interior de las tiendas, que cuentan con su propia seguridad».

Inspeccionan, asimismo, todos los vehículos aparcados alrededor del edificio. «En el 2008 recibimos una amenaza de bomba que resultó ser falsa. Si alguien deja un coche varios días en el párking llamamos a la policía para que decida cómo se debe actuar», señala Ramos. A pesar de su envergadura, resulta casi imposible robar en el centro comercial. Desde el mismo instante en que un ciudadano entra en él, cada uno de sus movimientos pueden ser observados si el personal de seguridad lo estima necesario. «Contamos con un listado de sospechosos. En los últimos dos años hemos reducido los casos de robo en un 90%».

Imagen del incendio sufrido hace años
Pero si el control sobre los usuarios es exhaustivo —siempre destinado a su protección— el de las mercancías que circulan por la gran superficie no se queda atrás. Todo está estudiado milimétricamente para que el margen de error sea efímero y, en caso de producirse, pueda ser corregido al instante. Las grandes tiendas, como por ejemplo las del grupo Inditex, cargan sus productos por la parte trasera del establecimiento antes de que las puertas se abran al público. Las firmas más pequeñas, por su parte, tienen desde las 10.00 a las 14.00 horas para repartir sus mercancías. En caso de producirse un incendio, como ya ocurriera con la cúpula hace unos años, su protocolo de seguridad les permitiría evacuar a 8.000 personas por planta en sólo cinco minutos. Todo el centro comercial está provisto de puertas contra el fuego, sistemas de reconducción del humo, rociadores, quince salidas de emergencia, sectorización del párking para que las llamas no se extiendan a otras zonas, extintores y dos grupos electrógenos por si se perdiera el suministro eléctrico así como grupos de baterías por si fallan éstos.


pABLO rIOJA (10-1-2010) Publicado en el Diario de León

2 comentarios:

  1. Interesante. Eso quiere decir que nos vieron robar las bolas de Navidad aquel año al salir del cine

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  2. Interesante reflexión... no lo sé, igual hasta les hicimos un favor, porque eran feas de narices... y por cierto, quién se las quedó?

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