La selección española de Balonmano ganó el pasado domingo un nuevo mundial. (Fuente: libertaddigital.com) |
Pablo Rioja | León
Dicen las buenas lenguas que el pasado domingo la Selección Española de Balonmano se llevó el oro en el mundial e Iñaki Urdangarín la plata. Lástima que sólo uno de los dos metales se quedará en casa, del otro ni sabemos, ni esperamos saber.
En España somos así, lo mismo apalizamos 35-19 a la actual campeona de Europa y subcampeona del Mundo -Dinamarca- que atracamos, blanqueamos, prevaricamos y desviamos dinero a diestro y siniestro. Pero todo a lo bestia, nada de andar escatimando.
Ganar mundiales comienza a convertirse en una rutina, hacerlo por goleada en una máxima, que algunos periodistas deportivos no den ni una cuando se trata de pronosticar, el pan nuestro de cada día. Auguraban que la final ante los daneses ya era un premio, que podíamos ganar pero la cosa estaba muy difícil, menos mal, porque si el partido dura 10 minutos más los daneses se retiran motu proprio. Estos son los mismos iluminados que en la final de la Eurocopa ponían la venda antes de batallar contra Italia (4-0).
Algo tiene el color rojo que acongoja al personal, ¡Oye que ahí están los de rojo! Y ale, los músculos se agarrotan y quienes venían de favoritos salen escaldados y a otra cosa. Fíjate que creo que se cambian de nombre a propósito para despistar a los rivales. Da igual que sea 'la Roja', 'la ÑBA', 'los Hispanos'... todo acaba igual. Mundial a la buchaca.
Que sí, que ojalá fuésemos campeones del mundo en crear empleo, pero bueno, presumanos al menos de lo que se puede, que podíamos estar igual de jodidos laboralmente y encima sin triunfos deportivos, balsámicos por un día, pero balsámicos al menos. Permítanme recrearme.
Fútbol: Un mundial y tres eurocopas.
Fútbol Sala: Dos mundiales y seis eurocopas.
Baloncesto: Un mundial y dos eurobaskets.
Balonmano: Dos mundiales.
Hockey Patines: Catorce mundiales y trece campeonatos de Europa.
Waterpolo: Dos mundiales.
pABLO rIOJA (28-1-2013)
No olvidemos que también somos campeones del mundo en dopaje. Qué quieres que te diga... yo ya no me fío de nada ni de nadie.
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