jueves, 16 de mayo de 2013

Sírvame otra copita

Fuente de la imagen: goalscoresoccer.com

Pablo Rioja | León

A poco más de 24 horas para la Final de Copa me sigue impactando el trato tan desigual que la prensa deportiva le da a colchoneros y merengues. Al Atlético de Madrid, más conocido como 'el Pupas', llevan semanas mis colegas de profesión poniéndole la venda antes de curar la herida. Que si ya han logrado su objetivo al clasificarse terceros para Champions, que no se juegan tanto como el Madrid, que si la plantilla está agotada... Todo vale con tal de no meterle mano a un club cuya única ilusión es que su delantero estrella de turno no acabe en Chamartín después de cada temporada.

Entre todos gestan un entorno enrarecido en el que el papel de víctima les sienta como anillo al dedo, como los padres de los Niños Lila hacen con sus pequeños cuando les justifican cada mala noticia o fracaso personal, no sea que se rompan. No, mire usted, su hijo es tonto de baba y medio inútil y punto. Si cada principio de temporada me vendes la moto de que 'este año sí', cuando fracasas se te tiene que arrear en proporción a lo prometido. Ojalá mañana levanten el título los del Cholo, imaginarme a Mou volando a Londres sin más dilación me produce placer. Si no es así, dará igual, el Atleti seguirá siendo salvado por la prensa, pero eso sí, volveremos a escuchar la letanía de: 'Perdieron, pero tienen la mejor afición del mundo'. Con su pan se lo coman, que yo prefiero el dame pan y llámame perro.  

La otra cara de la moneda es la del Real Madrid. Basta con que Cristiano respire tres veces por segundo en vez de dos para que algunos plumillas aticen a la entidad, todo para que mañana se vendan más periódicos. Siempre hay una excusa que crea la polémica. Resulta interesante lo fácil que es hoy adivinar qué fuente da de beber a los periodistas que siguen la actualidad blanca, no se esconden, se salvan algunos claro, pero cada vez quedan más retratados. Lo malo es que desprestigian una profesión que en ningún caso fue concebida para montar circos, sino para contarlos.   

La cada vez más sobrante información deportiva que se extiende en España empieza a rayar el ridículo, pero especialmente preocupa lo de la radio y la televisión. Desde primera hora de la mañana hasta la madrugada uno puede estar escuchando los mismos cortes de radio, las mismas tertulias extériles de contenidos, a los mismos tertulianos y a los mismos reporteros pesados repitiéndose como cotorras, usando frases hechas, tirando de tópicos e intentando encima vender primicias absurdas. Lo cojonudo es que si se equivocan nunca pasa nada.

Yo entiendo que el jefe mande llenar horas de programación, pero a quién coño le importa si juega fulano o mengano, si utilizará un 3-4-3- o un 2-7-1, si tal entrenador no saluda al otro... Pero sin duda lo más insoportable son las malditas estadísticas que no sé quién ha puesto de moda y las rondas de periodistas dando sus pronósticos. A ver, que a la gente le da igual lo que piensen, que saben de sobra que el 99'9% de las polémicas con entrenadores, jugadores y equipos las propician ellos. Dedíquense a informar y opinen lo menos posible.

Que mañana gana el Atleti, pues ale, a cantar ole ole ole cholo Simeone en Neptuno. Para un equipo amnésico al que se le olvidó lo que era levantar ligas será la gesta del siglo vencer al eterno rival tras 14 años de ley seca. Que gana el Real, pues nada, espero que a más de uno se le ponga la cara roja al ver cómo su millonario catador de vinos selectos volvió a beberse una copita de nada.

pABLO rIOJA (16-5-2013)

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