ENTREVISTA | CARLOS NÚÑEZ, músico
![]() |
El artista Carlos Núñez |
Paco de Lucía dijo que yo hacía 'arte mayor' con la gaita'
Pablo Rioja | León
—Dice que con su disco ‘Inter-celtic’ vuelve a sus raíces.
—En mi primer disco hice una especie de Arco Iris en el que, partiendo de la música tradicional, exploré las diversas conexiones que tenemos, entre ellas la celta. Otra vía fue cuando invité a músicos del flamenco para juntarlos con músicos celtas. Más tarde hicimos lo mismo con diferentes músicos de España y Latinoamérica. Lo que he hecho desde entonces es seguir esas rutas. Luego surgió otro disco más pop y otro de bandas sonoras. Y ahora con Inter-celtic lo que pretendo es ayudar a los norteamericanos a descubrir la música celta, porque sus únicos referentes les llegan a través de películas como Titanic o Braveheart.
—¿Y cuál ha sido la reacción al descubrir su trabajo?
—Han alucinado al darse cuenta de que al igual que ingleses, irlandeses y escoceses llevaron tantos estilos a Estados Unidos, lo mismo ha ocurrido desde España a Latinoamérica. Los españoles llevaron la música celta hace siglos allí.
—¿Cuánto le deben la gaita y la flauta a Carlos Núñez?
—Yo diría: ¿cuánto le debe Carlos Núñez a esas dos musas? Son mis dos amores. Cuando tocas instrumentos que tienen tanta historia detrás sientes algo muy poderoso y profundo. La gaita tiene más de mil años y los propios británicos reconocen que es un instrumento que les llegó desde España y no al revés, como piensa la mayoría.
—Le han apodado ‘el nuevo rey de los celtas’ por la nueva dimensión que le ha dado a este género musical, ¿cómo se define usted?
—Está claro que hay una nueva dimensión, pero lo fascinante es saber que este género viene de muy atrás. Ya desde hace 300 años se habla de música celta, sin embargo de música clásica se habla desde hace 150 años. Ha sido nuestro lenguaje común con muchos países del atlántico. De lo que más orgulloso estoy es de que después de 20 años de carrera musical he abierto muchos mercados internacionales. También he quedado cansado de ese oportunismo que hubo con el boom de la música celta en los 90, no todo lo que salía era muy bueno.
—¿Y tiene sucesor?
—Sí, hay una gran generación de chicos y chicas que rondan los 20 años con mucho futuro. Son gente que estudia, viaja y aprecia las tradiciones. Al igual que la cocina española supone un valor internacional, también nuestras músicas tradicionales son un tesoro. Me encantaría darle una oportunidad a esa cantera -cual flautista de Hamelín- igual que hicieron conmigo. Eso lanzó mi carrera, poder tocar con los mejores maestros.